Los TOP Yucatán

Podríamos hablar de quien, en medio de la pandemia, revivió el negocio de mantenimiento a barcos en Progreso, lo que reanimó la zona. También, de quien ha encontrado en la conversión de los desechos de todos, una nueva vía para generar combustible, ayudando al planeta.

De quienes crearon financieras que ahora compiten nacionalmente; de quienes hicieron de Mérida una potencia en arte, restaurantes y turismo o de aquellos, más avezados, con proyectos industriales y tecnológicos con clientes en Estados Unidos y en otros continentes.

Pero conviene hablar de todos, de quienes por nacimiento o decisión son Yucatecos. De quienes aman esta tierra y la quieren limpia y en paz. Ahí sí cabemos muchos más. Esa gente que diseña, que construye, que cocina, que programa, que analiza o que estudia y hace planes, ellos caben en el escenario de un horizonte rosado como el que ofrecen los cielos dos veces al día en esta región.

Mérida cambia a diario. Es cuestión de voltear a los lados de su Periférico para encontrar una construcción que “no estaba ahí ayer”. Eso trae oportunidades, sí, pero también retos.

El avance de las ciudades atrae a la gente, lo que obliga a hacer simbiosis, a mezclar talentos y a tolerar disentimientos. Eso sucede en las grandes metrópolis del mundo. Se anclan en sus coincidencias y navegan sus diferencias. Una revista como ésta convoca justamente a pensar en eso. En ver más hacia el parabrisas y menos hacia el retrovisor. En la unión que convoca a cuidar el agua, el aire y definitivamente cuidarnos todos.

Ahí hay consenso, en el amor. Celebro el nacimiento de TOP Yucatán y la invitación que me hicieron “Mizra” y sus socios, para compartir por aquí el amor por el Mayab que heredé de mi abuelo. Que sea pacífico, limpio y próspero. Que sea TOP.