Edward Thompson: El Hombre que saqueó tesoros de Chichén Itzá

¡Hola gente linda de TOP Yucatán!

El día de hoy te queremos hablar un poco sobre la vez qué Edward Herbert Thompson hizo el mayor saqueo en la historia de la séptima maravilla del mundo

Este personaje estuvo en Yucatán a finales del siglo XIX y vivió aquí cerca de 40 años, tiempo suficiente para poder robarse aproximadamente más de 30 mil objetos qué pertenecieron a la cultura maya. 

Gracias a qué utilizó el título de colaborador de museos y la ayuda de contactos influyentes en México como en Estados Unidos Edward logró todo esto.

Aproximadamente 100 años después Alfredo Barrera Rubio un arqueólogo yucateco dio a conocer en una conferencia que él mismo llamó “Aspectos poco conocidos del saqueo del Cenote Sagrado de Chichén Itzá”, todas las cosas qué hizo Edward en complicidad con políticos y científicos norteamericanos.

Este hecho hizo qué Thompson se convirtiera en uno de los saqueadores más importantes de antropología y el #1 de tesoros mayas en el mundo.

De acuerdo a un capítulo del libro “En busca de los mayas. Historia de la arqueología en Yucatán” de Alfredo Barrera, habla acerca de que Thompson saqueo piezas, tanto del Cenote Sagrado de Chichén Itzá y de otros lugares, como Labná, esto gracias a sus contactos políticos.

En su libro señala que Stephen Salisbury III, benefactor de la American Antiquarian Society y Charles Bowditch y Frederic Ward Putnam, ambos fueron financiados por Peabody Museum y apoyaron a Thompson para poder robar los más de 30 mil vestigios mayas.

 

¿Te acuerdas que hablamos de ayudas políticas? 

Bueno como te contamos, todo esto no lo hicieron solos, fue gracias a un respaldo gubernamental qué el senador George Frisbie Hoar logró en 1885 para que Edward Thompson sea nombrado cónsul de Campeche y Yucatán para así realizar sus acciones ilegales sin ningúna traba.

Durante más de cuatro décadas Thompson sacó objetos de otros sitios arqueológicos como Uxmal, y hay reportes qué indican que muchas de esas piezas fueron rotas a propósito con el pretexto de ser enviadas a algún museo o a coleccionistas privados en Estados Unidos para reconstruirlas.

En el mes de marzo en 1904 iniciaron las actividades para el lamentable  dragado del Cenote Sagrado en Chichén Itzá y después de 4 días de trabajo y molestia por no encontrar nada, empezaron a aparecer huesos, objetos de jade, oro, sílex  y hasta madera. 

Pero lo que más llama la atención de la época son los registros que señalan a un tal Santiago Bolio como el sub inspector de arqueología en Yucatán y que luego algunas investigaciones iban dar a conocer que trabajaba para Thompson como dibujante, le era permitido sacar y manipular todas las piezas originales para poder copiarlas y duplicarlas.

 

Tiempo después en 1909, Edward Thompson cambió de estrategia y ya no era por dragado, sino por buceo, envío un buzo griego con mucha experiencia al cenote sagrado y solo queda imaginar la gran cantidad de objetos qué lograron, ya qué no se contaba con registro de lo qué había ahí. Las expediciones actuales sólo reportan la localización de piezas mayas de muy grande tamaño.

 

En marzo de 1923, Edward realizó una entrevista a una periodista estadounidense, donde descaradamente afirmó que sacó numerosas piezas en sus valijas diplomáticas. 

El arqueólogo yucateco Alfredo Barrera Rubio afirma que fue hasta el año 1926 cuando se estableció una acción legal en contra de Edward, a pesar de qué se encontró en varias ocasiones con el gobernador de esa época Felipe Carrillo Puerto.

Los estudios han afirmado que en total hacen falta más de 30 mil objetos, enteros, fragmentados, monedas, máscaras pequeñas, cascabeles y objetos de madera tallados, todos estos fueron saqueados del Cenote Sagrado.

Hay una investigación qué lleva años intentando descifrar  el paradero de la mayor cantidad de objetos que pudieran ser rescatados y evidenciar que Thompson no actuó solo, qué mucha gente poderosa políticamente la ayudó y nunca nadie pagó por eso.

 

En su saqueo, Thompson intentó robarse el Trono del Jaguar Rojo

Aunque no lo creas está increíble pieza maya ya estaba empacada y lista para ser embarcada y sacada de Yucatán, pero un arqueólogo austriaco llamado Teoberto Maler que vivía en Yucatán, logró dar alerta a las autoridades mexicanas quienes impidieron que Thompson pudiera robar el preciado trono rojo.

Afortunadamente varias de las piezas que fueron extraidas por Thompson ya han sido repatriadas. Sin duda una historia que duele a todos los Mexicanos y más a los Yucatecos.